MI PROPIA LITERATURA

La visita de Alberto Olmos me ha llevado a pensar que cada uno tiene su propia literatura, su propia puerta de escape y su propio mundo paralelo al que acudir cuando las cosas no van bien en el de aquí.
Hay personas adictas a la lectura, a las novelas a los cuentos infantiles o al teatro, todas ellas maneras diferentes de hacer o ver literatura. En mi caso yo no soy una fanática de la lectura, no me apasiona leer, de hecho ni me gusta, me gusta mucho más actuar y escribir.
En este caso voy a hablar de la escritura , que para mi es una manera de vacía mi cerebro, de echar fuera mis inquietudes y preocupaciones y de pasar página y abrir un word en blanco para el resto de mi vida.
Parece una gran tontería , parece que no relaja y que es un trabajo a lo tonto, pero se lo recomieto a todo aquel que sea introvertido y que le cueste hablar de sus sentimientos, pues una gran persona un día me dijo algo muy sabio: A veces, es mas fácil escribir, que decir lo que piensas.

Personalmente me gusta escribir de todo, desde blogs, hasta poesía incluyendo reflexiones sobre la vida. Por ello me gustaría compartir una pequeña parte de un cuento infantil que escribí para un concurso literario:

¡QUÉ DIFÍCIL ES SER UNA BRUJA!

Maléfica,Úrsula, Madame Mint, La Reina de Corazones, Morgana, La Madrastra... Son recordadas como grandes villanas que fueron vencidas por el bien, y lo único que los niños recuerdan de sus historias el beso que pone punto y final en todas ellas.
¡Qué bien que Blancanieves despertara del sueño que le provocó su Madrastra! ¡ Qué suerte que Ariel consiguiera ser humana! Todas ellas encontraron el amor, pero... ¿Qué pasa con las brujas? Nadie se ha parado a pensar en ellas. ¿Qué fue de Maléfica tras ser vencida por Felipe? ¿O qué hizo Madame Mint para salir de la enfermedad que Merlín le provocó?
Ni siquiera yo lo sé, pero para acercarnos un poco más al papel que representan estas brujas, os voy a contar mi historia. Porque no todo son maleficios, oscuros castillos y chimeneas con humo negro.

Mi nombre es Lucrecia, y sí, soy una bruja, una de esas brujas feas, con un verruga en la nariz y que por H o por B tienen que ser malas.
Una bruja cuya misión es impedir que una princesa muy hermosa, de un reino muy lejano, sea feliz.